Artritis
La artritis es una enfermedad inflamatoria que afecta las articulaciones, causando dolor, hinchazón, rigidez y pérdida de la función articular. Existen muchos tipos de artritis, pero los más comunes son la osteoartritis y la artritis reumatoide.
La osteoartritis se produce cuando el cartílago que amortigua las extremidades de los huesos se desgasta, lo que puede resultar en dolor y rigidez. Por otro lado, la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que ataca el revestimiento de las articulaciones, causando una inflamación dolorosa que puede resultar en deformidad articular y erosión ósea.
Tratamiento de fisioterapia para la artritis
El objetivo del tratamiento de fisioterapia para la artritis es mejorar la movilidad y restaurar el uso de las articulaciones afectadas, aumentar la fuerza para soportar las articulaciones, mantener la aptitud física y controlar el peso.
Ejercicio terapéutico
El ejercicio es una parte clave del tratamiento de la artritis. Los ejercicios de rango de movimiento y estiramiento ayudan a mantener la flexibilidad y a reducir la rigidez en las articulaciones. Los ejercicios de fortalecimiento mantienen o aumentan la fuerza muscular, lo que soporta y protege las articulaciones afectadas por la artritis. Los ejercicios de resistencia y cardiovasculares ayudan a controlar el peso, a mejorar la salud cardiovascular y a aumentar la resistencia, lo que facilita la realización de las actividades diarias.
Terapia manual
La terapia manual puede incluir técnicas de movilización o manipulación para mejorar el movimiento de las articulaciones y reducir el dolor. También puede incluir masajes para mejorar la circulación, reducir la hinchazón y ayudar a aliviar el dolor.
Terapia física
La terapia física puede incluir el uso de calor o frío para ayudar a controlar el dolor y la hinchazón. La terapia con ultrasonido y la electroterapia también pueden ser útiles para aliviar el dolor y la inflamación.
Educación y asesoramiento
Los fisioterapeutas también proporcionan educación y asesoramiento para ayudar a los pacientes a entender su condición y cómo manejarla. Esto puede incluir estrategias para manejar el dolor y la fatiga, consejos sobre cómo proteger las articulaciones y asesoramiento sobre la realización de actividades diarias de manera que no agraven el dolor o la inflamación.
Adaptaciones y ayudas
En algunos casos, se pueden recomendar adaptaciones o ayudas para ayudar a proteger las articulaciones y facilitar las actividades diarias. Esto puede incluir el uso de dispositivos de asistencia, como bastones o andadores, o la adaptación del hogar o del lugar de trabajo para reducir la tensión en las articulaciones.
Es importante recordar que cada paciente es único y que el plan de tratamiento se personalizará en función de las necesidades y objetivos individuales del paciente.