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Hallux Rigidus: Definición y causas

El Hallux Rigidus es una afección degenerativa que afecta la articulación metatarsofalángica del dedo gordo del pie, causando rigidez y limitación en el movimiento. Esta condición se caracteriza por la pérdida progresiva de la movilidad articular y puede ser muy dolorosa, especialmente al caminar o al realizar actividades que requieran flexión del dedo gordo.

Causas:

  • Uso excesivo o desgaste articular debido a actividades repetitivas.
  • Traumatismos en la articulación del dedo gordo.
  • Factores genéticos que predisponen a la degeneración articular.
  • Artritis reumatoide u otras enfermedades inflamatorias que afectan las articulaciones.

Tratamiento de fisioterapia para el Hallux Rigidus

Evaluación inicial:

Antes de iniciar cualquier tratamiento, es fundamental realizar una evaluación exhaustiva para determinar el grado de afectación articular, la presencia de dolor y la limitación funcional del dedo gordo.

Objetivos del tratamiento:

  • Reducir el dolor y la inflamación en la articulación afectada.
  • Mejorar la movilidad y la funcionalidad del dedo gordo.
  • Prevenir la progresión de la degeneración articular.

Modalidades de tratamiento:

  1. Terapia manual: Incluye técnicas de movilización articular, estiramientos y masajes para mejorar la flexibilidad y reducir la rigidez en la articulación.
  2. Ejercicios terapéuticos: Se diseñan programas de ejercicios específicos para fortalecer los músculos del pie y mejorar la estabilidad de la articulación.
  3. Uso de ortesis: Se pueden utilizar plantillas ortopédicas o separadores de silicona para aliviar la presión sobre la articulación y mejorar la distribución del peso al caminar.
  4. Modalidades físicas: Aplicación de calor, frío o electroterapia para reducir el dolor y la inflamación en la articulación.

Recomendaciones adicionales:

  • Evitar actividades que provoquen dolor o empeoren la rigidez en la articulación.
  • Mantener un peso saludable para reducir la carga sobre el pie.
  • Realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de forma regular para mantener la movilidad y la fuerza en el pie.

Es importante seguir las recomendaciones del fisioterapeuta y realizar un seguimiento periódico para evaluar la evolución del Hallux Rigidus y ajustar el tratamiento según sea necesario.

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