Artritis séptica (infecciosa)
La artritis séptica, también conocida como artritis infecciosa, es una inflamación de una articulación causada por la presencia de microorganismos patógenos, como bacterias, virus u hongos. Esta condición puede afectar a personas de todas las edades y puede ser una emergencia médica debido a su potencial para causar daño articular irreversible si no se trata adecuadamente.
Síntomas y diagnóstico
Los síntomas de la artritis séptica incluyen dolor intenso en la articulación afectada, enrojecimiento, hinchazón, calor local y limitación en el movimiento. Es importante realizar un diagnóstico preciso a través de pruebas de laboratorio, como análisis de sangre y cultivos de líquido sinovial, así como pruebas de imagen, como radiografías o resonancias magnéticas.
Tratamiento de fisioterapia
El tratamiento de fisioterapia para la artritis séptica tiene como objetivo reducir el dolor, la inflamación y restaurar la función articular. Es importante tener en cuenta que el tratamiento fisioterapéutico debe ser complementario al tratamiento médico prescrito por el médico especialista en enfermedades infecciosas.
1. Control del dolor y la inflamación: El fisioterapeuta puede utilizar técnicas como la terapia manual, la electroterapia y la crioterapia para reducir el dolor y la inflamación en la articulación afectada.
2. Movilización articular: Una vez controlada la fase aguda de la infección, se pueden realizar ejercicios de movilización pasiva y activa para mejorar la amplitud de movimiento de la articulación y prevenir la rigidez articular.
3. Fortalecimiento muscular: Es importante fortalecer los músculos alrededor de la articulación afectada para mejorar la estabilidad y prevenir la atrofia muscular. Se pueden realizar ejercicios de fortalecimiento con resistencias progresivas.
4. Reeducación postural y del movimiento: El fisioterapeuta puede trabajar en corregir posibles alteraciones posturales y patrones de movimiento compensatorios que hayan surgido como consecuencia de la artritis séptica.
5. Educación del paciente: Es fundamental que el paciente reciba educación sobre la enfermedad, la importancia de la adherencia al tratamiento médico y fisioterapéutico, así como la prevención de futuros episodios de artritis séptica.
Es importante que el tratamiento de fisioterapia sea individualizado y adaptado a las necesidades específicas de cada paciente, teniendo en cuenta la fase de la enfermedad, la articulación afectada y las limitaciones del paciente. Además, es fundamental mantener una comunicación constante con el equipo médico para garantizar una atención integral y efectiva.